La decisión es clara, por nuestra SALUD. Los alimentos generados a partir de una agricultura ecológica están libres de pesticidas, plaguicidas, antibióticos, hormonas y aditivos sintéticos. No están modificados genéticamente. Su producción es respetuosa con el medio ambiente y el bienestar animal. Los alimentos tienen más sabor y aroma.
A partir la revolución industrial, la industria alimentaria estableció que lo que es bueno para vender es bueno para comer. Esto ha contribuido a que muchos productos hayan sido “impuestos” en nuestra dieta: alimentos con sustancias químicas extrañas a nuestro organismo, refinados y procesados.
¿Sabías que los alimentos ecológicos son hasta un 60% más nutritivos que los transgénicos?
Más nutritivos y más sanos que los convencionales, al tener mayores concentraciones de antioxidantes que previenen de enfermedades como el cáncer. Además consumir este tipo de productos es menos estresante para nuestro hígado y riñones, ya que no tiene que depurar el organismo de esas sustancias químicas extrañas.
Si no consumes productos ecológicos ten en cuenta que:
- Los cereales integrales si no son ecológicos mejor refinados, los pesticidas utilizados en su cultivo quedan en mayor proporción en la cascarilla exterior.
- La fruta si no es ecológica mejor consumirla pelada para evitar las sustancias químicas fijadas en ella.
Amiga/o, hemos de revisar nuestras costumbres alimenticias y caminar hacia una alimentación consciente.
¿No te parece?